Empezó con la idea de ser una juguetería con casas de muñeca y osos de peluche, pero setransformó en una empresa que vende trenecitos de hasta 20 mil pesos
Lo que para unos es un juego y para otros un pasatiempo. Isabel Lampe, directora general de Wola, hizo de ambos un negocio que va a toda máquina y que encontró en el mercado mexicano un nicho interesante: el de las locomotoras miniatura y el modelismo.
Lo que inició en 2000 con la idea de ser una juguetería romántica con casitas de muñeca, osos de peluche, cocinas y juguetes didácticos se transformó en una empresa que vende trenes importados hasta de 20 mil pesos.
"Yo pensé en la juguetería, pero mi padre, alemán exiliado de la guerra, me dijo que vendiera trenes; esta manualidad inició como un pasatiempo y ahora tenemos clientela conocedora y otra que está despertando", comentó.
Dijo que, aunque las compras son variadas, quien se aventura por primera vez en el modelismo adquiere un set inicial con una vía de dos metros y medio, locomotora, a veces dos o tres vagones, con un valor de mil 800 pesos.
Sin embargo, hay paquetes de hasta los 8 mil pesos que puede ser de una máquina austriaca articulada para subir pendientes, de doble motor, entre otros muchos detalles, pero hay algunas con características muy complejas que llegan a los 20 mil pesos.
"De ahí se puede iniciar la construcción de la maqueta, por ejemplo, un tramo de vía de un metro cuesta 100 pesos y se puede hacer una desviación, después poner puentes, pueblos, castillos, bosques, patos, perros... todo lo que las personas puedan imaginar".
En un maqueta bien hecha, el metro cuadrado cuesta 30 mil pesos, incluyendo luces, figuras, escenas, cascadas, agua, riscos, túneles y demás, pero se puede iniciar con 2 mil pesos por metro cuadrado con un paisaje sencillo, un bosque, una casa y unas cuantas luces.
"Hay clientes que llevan 40 años armando maquetas, algunas valen ya 100 mil pesos, 500 mil pesos o una que conocemos que llega al millón de pesos y mide cerca de 50 metros cuadrados".
A diferencia de otros "juguetes" éstos tienen precios elevados pues son productos importados de Europa y una lamparita puede costar lo mismo que un cartucho de videojuego.
"Lo eléctrico y electrónico es muy caro, ponerle una luz por pequeña que sea, puede ir desde 300 hasta 500 pesos y todo es como un rompecabezas tridimensional, por ejemplo armar una casa de 300 piezas tarda dos semanas", detalló.
En este mercado también hay novedades, por ejemplo figuras del Papa que miden centímetro y medio, miniaturas, coladeras para la calle de 20 milímetros, cigüeñas, girasoles, lechugas, tomates, pepinos, tabaco, peces, entre otros.
Lampe comentó que en lo digital también se avanza; antes se tenía un sonido constante para una máquina, ahora todo depende de la velocidad.
Y si frenas se escucha el sonido, si está apagado se oye el escape de aire, válvulas, así como diferentes silbidos o campanas.
Vaaamonos...
Trenes de 19 marcas diferentes, provenientes de Alemania, Italia, España, Eslovenia, Ucrania, Lituania, entre otros, son parte de la oferta que ahora tiene.
Cuando inició en este negocio Lampe inició invirtió sólo 200 mil pesos aproximadamente en 10 sets de las locomotoras.
"Pensé que en México no habría mucho mercado, sin embargo, al prinicipio pedí a los proveedores unos trenes que se vendieron como pan caliente".
Y en un viaje a Alemania, relató, conocí a un maquetista que me enseñó a hacer este producto y desde entonces me dedico a elaborarlas y ayudar a las personas que trabajan para la empresas.
Casitas, luces, gente, desviaciones, portales, muros, semáforos, pasto, árboles, flores, girasoles, vacas y nudistas son algunos de los productos que complementan su catálogo manejando diferentes escalas, muchas más pequeñas que una moneda de cinco pesos.
Aunque aseguró que no existe competencia con otras tiendas que se dedican al mismo rubro, la empresaria se enfrenta a internet y a los productos chinos.
"Los precios en la red son muy bajos a diferencia de cuando se importan, ya que hay que pagar aranceles, cuotas compensatorias, aduanas, fletes y venderlos con una pequeña utilidad, lo que incrementa en por lo menos 50% de su costo real", agregó.
Es una realidad que a la gente le sale más barato si lo compra por internet, pero no con la misma calidad.
En el caso de los chinos, la gente los consume para Navidad, pero se descomponen muy rápido, no hay refacciones, no hay representantes, nadie a quien reclamarle, en cambio, los que se hacen en Europa son máquinas con motor de metal, engranes que se pueden remplazar y tienen una vida útil de 50 años por lo menos.
Dijo que la competencia con los artículos asiáticos es muy fuerte, pues tienen precios irrisorios y se pueden encontrar trenes en 500 pesos y el más barato europeo, que Wola vende, es 3 veces más caro que el artículo chino. Pese a ello, quien realmente busca algo de calidad preferirá gastar más, pero contará con seguridad y garantía.
Para estar a la par de las novedades, la directiva adquire productos de manera constante; incluso, compra lotes de 100 mil pesos para la temporada alta.
"En 2008, se logró un crecimiento de 10% respecto a 2007, pero también tuvimos 30% de devaluación y las próximas compras que se realicen subirán los precios casi 40%".
Fuente: http://www.eluniversal.com.mx
Crédito: Eduardo Camacho, El Universal
Site: http://www.wola.com.mx/
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