miércoles, marzo 13, 2013

Día 72: Arréglalo, define tus objetivos

Marcela Barranco, una abogada que con una franquicia de arreglo y confección de ropa encontró la llave para entrar al mundo de los negocios.

El día que Marcela Barranco abrió su primera unidad de Arréglalo, una franquicia de sastrería, no pensó que dejaría la profesión de abogada que había desempeñado durante más de una década. Tampoco imaginó que al cabo de seis años tendría cuatro puntos de venta ni que formaría parte del corporativo de la marca. Al fin y al cabo, cuando inició el negocio le dedicaba no más de cinco horas diarias.

Esta emprendedora trabajó durante varios años en el sector público y luego montó un despacho legal en materia civil y penal con un socio. Siempre buscó una actividad adicional, motivada por el deseo de complementar su ingreso y también de iniciar un negocio en un ramo distinto al que ella conocía.

Pese a su inquietud por emprender, le preocupaba no saber cómo administrar una empresa ni tener las capacidades necesarias para negociar. Pero algo tenía en claro: que debía sentir afinidad con la actividad que eligiera. Por ejemplo, no se veía atendiendo un local de comida, de modo que el giro de alimentos quedaba descartado.

Entonces se puso a evaluar varias alternativas de franquicia. Las primeras que desechó fueron aquellas que percibió como poco serias o con condiciones de inversión poco claras.

La oportunidad que Barranco buscaba llegó en 2004, cuando visitó una feria de franquicias y descubrió a Arréglalo. Esta empresa modernizó el negocio de la sastrería con procesos estandarizados, software de gestión y servicios diversificados como arreglo y modificación de ropa, bordados, etiquetas y planchado, así como confección de trajes, vestidos y disfraces.

Además de que el negocio le ofrecía entrar a un mercado en expansión, la opción de una franquicia le resultó el camino más seguro para emprender: con ella obtenía no sólo equipo, insumos y manuales, sino también la ases-ría y capacitación que necesitaba. Con los ahorros acumulados durante su labor como abogada, se convirtió en la primera persona en adquirir una franquicia de la marca.

En un principio, Barranco vio este emprendimiento como una actividad complementaria a su profesión. Pero no por ello dejó de tomarla en serio y de poner el suficiente empeño para que tuviera éxito. Además definió de entrada, y claramente, cuáles eran su objetivos económicos. “De otro modo, lejos de ser un negocio alternativo iba a significar una carga”, recuerda.

Confiesa además que pese a llevar seis años en un giro involucrado con el arreglo de prendas, a la fecha no sabe coser. Y que además no planea aprender. De ello puede aprenderse una lección: cuando uno arranca un emprendimiento nuevo, no necesariamente debe ser un experto en la producción del producto o servicio. Pero sí hay que contratar a los expertos y “aprender a delegar”.

El salto


En el caso de esta abogada, el paso de una actividad de medio tiempo a una de tiempo completo se dio en cuestión de meses.

Cuando abrió la primera unidad, le dedicaba de tres a cinco horas diarias. Como era de esperarse, pronto se enfrentó a los retos de la operación diaria, el manejo de personal y la gestión del inventario. No tardó mucho en llegar a la conclusión de que se para crecer, la empresa necesitaría más atención de su parte. El asunto era que, pese a su buena rentabilidad, un solo local no era suficiente para alcanzar los ingresos que ella necesitaba para poder dejar su profesión.

Entonces decidió dedicarse de lleno a la franquicia y abrir más sucursales. Poco a poco “fui menos abogada”, cuenta, y fue orientando su interés hacia el diseño. Para mejorar sus habilidades de gestión, tomó un diplomado en administración. “Mi intención era ver el negocio como algo grande”, comenta.

Barranco tiene hoy cuatro tiendas, de las más de 40 que operan en el país bajo la marca. Además, su compromiso y entendimiento del negocio no pasaron desapercibidos para los socios del corporativo franquiciante de Arréglalo. De hecho, hace año y medio se incorporó a la compañía para apoyar la operación de la red de franquicias.

La empresaria no sospechaba que esta actividad le gustaría tanto. A diferencia del trabajo en un despacho de abogados, dice, hoy cuenta con una mayor estabilidad económica y se desempeña en un negocio menos estresante. Y lo mejor: cuenta con más tiempo para ella y su familia.

Arreglo de prendas

Este servicio es ampliamente solicitado y consiste en la reparación, modificación y confección de ropa. Hay muchos sastres en el mercado, pero pocos cumplen con altos estándares de calidad. La clave para que los clientes sean fieles es hacer un trabajo profesional y entregar las prendas sin retrasos.

Para complementar tus ingresos ofrece también venta de disfraces, servicio de planchado y productos complementarios, como etiquetas y bordados.

Fuente: http://www.soyentrepreneur.com
Crédito: Jorge Villalobos
SitioWeb: http://www.arreglalo.com.mx/
Giro: Moda
Ubicación: Cd de México
Contacto: info@arreglalo.com.mx

 photo Eres emprendedor1_zpshhoefpnc.jpg

0 comentarios:

Publicar un comentario