viernes, febrero 18, 2011

Día 49: CreativaGD, el diseño especializado en un sector.

18 de febrero del 2011 

Iniciar tu propio negocio no es una decisión fácil. Conoce la historia de una diseñadora gráfica que apostó por esta decisión y acertó.

Novartis y MoviStar son sólo algunas de las empresas a las que la agencia de publicidad y diseño gráfico CreativaDG brinda sus servicios actualmente. Con 15 años de experiencia en el mercado, esta compañía surgió mientras Guadalupe López, fundadora y directora general, tenía un empleo seguro y bien remunerado. Lo interesante de este caso es que aceptó renunciar para iniciar su propio negocio de inmediato.



En 1995 la emprendedora formaba parte de un equipo de diseñadores en una reconocida agencia de publicidad. Para una recién egresada esto era un logro; pero pronto llegó el primer reto a su vida. El gerente de Mercadotecnia de uno de los laboratorios farmacéuticos que atendía le ofreció la oportunidad de trabajar con ellos de manera independiente.



“En mi trabajo me trataban muy bien, el sueldo era bueno y el horario también. Por eso, pensar en renunciar me pareció demasiado arriesgado”, afirma López. Fue su cuñado quien la animó a tomar la decisión. “Él lo planteó fácil: si no funcionaba, lo peor que podía pasar era buscar nuevamente un empleo”. Y así la diseñadora se despidió de sus compañeros para abrir y dirigir una empresa por su cuenta.



Lecciones de vida

La directiva recurrió, como muchos emprendedores en México, a los ahorros personales y a lo obtenido por la venta de su auto para comprar el equipo y los insumos necesarios, así como al pago de la renta de una oficina que se localizara cerca de su cliente ancla. Debido a que arrancó atendiendo sólo a una cuenta, no había necesidad de contratar a más personal, por lo que la administración del negocio también estaba a su cargo.



Uno de los errores más comunes al momento de iniciar la aventura en el mundo empresarial es pensar que basta con ser bueno en tu ramo para dirigir correctamente una organización. Al año de haber fundado CreativaDG, López detectó algunos problemas con la administración de sus recursos. Por consejo de su hermana contrató a una contadora, quien de inmediato le recomendó trazar objetivos que impulsaran el desarrollo de la empresa.



La meta en ese momento fue ganar un 25% más de lo que le pagaban en su antiguo empleo. Para ello, era imperativo incrementar los servicios ofrecidos a su cliente ancla y esto implicaba la contratación de un diseñador. Gracias a la intervención de un experto, la emprendedora no sólo obtuvo lo necesario para integrar a un miembro más a la agencia, sino que generó un flujo de efectivo constante.



Los siguientes tres años, CreativaDG trabajó para una sola cuenta. Esto ayudó a la directora general a estabilizar sus ingresos y a planear la expansión de la agencia. Una vez que la parte administrativa estuvo bajo el control de su contadora y la operativa descansaba en otro diseñador, ella se dedicó a hacer relaciones públicas. “Busqué laboratorios farmacéuticos en las páginas amarillas y hasta en las etiquetas de productos cuando iba al supermercado”, dice. Pronto, la cartera de clientes comenzó a aumentar.



Listos para crecer

Con el paso del tiempo, López comprendió que era indispensable contar con el apoyo de un experto en administración o contabilidad para hacer un buen uso de los recursos disponibles. Lección: pensar en formar un equipo de trabajo (y contratar personal) es viable hasta que las finanzas de la empresa se estabilicen –aunque para ello se deba esperar incluso años–. Llegar a este punto significa que el negocio está listo para crecer.



CreativaDG se especializó en ofrecer servicios de publicidad y diseño gráfico apoyados en estudios de mercado a firmas de los sectores farmacéutico y de consumo. A pesar de la fuerte competencia, la agencia logró eficientar sus operaciones para acortar los tiempos de entrega y generar valor agregado a sus clientes. ¿Cómo lo hizo? “Para mí, el capital humano es lo más importante, y antes que yo están ellos”, afirma la emprendedora. Esto se traduce en mayor productividad y compromiso por parte de los colaboradores.



Actualmente, el 60% de los ingresos se reinvierte en el negocio; el 35% se destina al pago de sueldos de seis diseñadores, una contadora y el de la directora general; y el resto para el mantenimiento del equipo de trabajo. Además, cuando hay un excedente, López lo ahorra en una cuenta especial. “La experiencia me enseñó a ahorrar cierto capital. Así, si un cliente se retrasa en el pago, ni suspendo salarios ni compromisos con mis proveedores”, concluye.

Fuente: www.soyentrepreneur.com

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