17 de febrero del 2011
A fines de los 90, cuando estudiaba la carrera de Negocios Internacionales, Juan Carlos Guzmán –hoy director general de Super Pufft México, una empresa fabricante de botanas– aprobó sólo un taller sobre importaciones y exportaciones de las seis materias que cursaba durante el semestre. “Nunca fui buen estudiante”, reconoce. Pero esto no le impidió crear una compañía –con sede en Ecatepec, Estado de México–, que al cabo de 12 años produce cinco millones de piezas al mes, y exporta sus productos a China, Japón, Canadá y Estados Unidos, adaptando los sabores al paladar de cada región.
El trabajo final de la única asignatura que entonces aprobó consistió en desarrollar un plan de negocios para importar palomitas para microondas provenientes de Canadá, y éste fue el principio de la compañía que actualmente encabeza. Guzmán da el crédito de la idea a su padre, aunque el emprendedor, cuando aún no cumplía los 20 años de edad, operó la importación de un contenedor de palomitas desde el país de la hoja de arce. Y el negocio funcionó: el primer embarque que logró traer al país tardó cuatro meses en venderse; el segundo, dos meses; y el tercero aún en menos tiempo.
Luego de año y medio decidió buscar financiamiento para crecer. También viajó a Canadá y convenció a su proveedor –un empresario de origen iraní-musulmán, que casi le triplicaba la edad– para entrar en una breve sociedad que le permitiera arrancar una producción en México. Dicha asociación duró apenas seis meses, al término de los cuales, Guzmán adquirió la parte de su socio para así asegurar el control de la compañía.
En un inicio, la gama de palomitas que ofrecía –bajo su propia marca, Cartoon Popcorn– se integraba por cuatro presentaciones: mantequilla, mantequilla extra, natural y light, las mismas que ofrecían otros jugadores en el mercado. Toda esta primera etapa obtuvo buenos resultados.
Pero a petición de algunas empresas –como las de tiendas de autoservicio–, Super Pufft decidió comenzar a maquilar productos para otras marcas. De esta manera, el empresario comprendió que había una oportunidad por explorar en la diferenciación. Para ello, hace 10 años creó un área de desarrollo de productos que introdujo a la oferta palomitas para microondas con sabores nuevos como jalapeño, queso cheddar y nachos.
La primera vez que vendió sus productos al extranjero fue a una empresa chilena. No fue sencillo: el requisito era proveer granos de maíz tostado acaramelados –que allá son conocidas como cabritas–. Una vez más, Guzmán y su equipo echaron mano del ingenio y lograron endulzar el producto con sucralosa, un derivado del azúcar –comercialmente conocido como Splenda– que soporta altas temperaturas. “Fue un exitazo, y además lo desarrollamos bajo la marca (del cliente) Starpop”, dice satisfecho.
Ese hito consolidó el enfoque de la compañía en el nicho de lo que su director general llama “maquila” de palomitas. Si bien el nombre Super Pufft carece del reconocimiento que tienen marcas como Sabritas y Barcel, Guzmán asegura que se ha posicionado como “el mejor maquilador” de la industria. Mientras que los retos, según Jean Louis Pinoncely, asesor de negocios de la empresa, son consolidar su posición en el enorme mercado chino, donde compite contra jugadores globales y, por otro lado, seguir respondiendo a los consumidores que hoy demandan botanas más saludables.
Fuente: www.soyentrepreneur.com
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario