Para que vea que la innovación no tiene que ser ni basada en avances sofisticados o caprichosos desarrollos tecnológicos
David Cherem y su hermano tuvieron que pensarle pensarle y pensarle pero finalmente le encontraron el punto exacto para un proyecto que hoy es una realidad y se prepara para extenderse en el terreno de la franquicia.
Dieron en el clavo, suele decirse.
Ambos muchachos optaron en 2008 por tener una distribuidora de dulces. SERVIDULCE nace propiamente en 2008 y hoy es un concepto que desplaza más de 500 dulces distintos a nivel nacional. Es un gran distribuidor mayorista de dulces.
Pero los creadores de este negocio no estaban satisfechos y querían tener la experiencia concreta con consumidor final y luego de un año del piénsale, piénsale nace el concepto de Munchies Bar, una experiencia única en el terreno del dulce o del antojo.
Mucho tuvo que ver la experiencia que en México ha hecho posible la presencia del yogurt personalizado. Llega usted a uno de esos negocios me sigue pareciendo claramente que el mejor es sín lugar a dudas MOYO-, escoge cuánto yogurt se sirve o bien le sirven determinada cantidad de producto y luego entra el consumidor a poner lo necesario para personalizar su consumo. Le agrega los topins necesarios a partir de su deseo en ese momento.
Y de una alternativa de frutas agrega lo que quiera y de una alternativa de cereales también. Resultado: casi no hay dos productos similares. Hechos a la medida del antojo del cliente.
De hecho a los hermanos Cherem este colaborador de El Financiero tuvo la oportunidad de conocerlos cuando estaban platicando con Frederick Mousali, creador del concepto de Moyo. Fueron a visitar al mago del yogurt para que les platicara detalles de su éxito.
Pues una vez que tuvieron la idea el reto más importante fue ubicar los despachadores necesarios para hacer posible la experiencia, dispositivos que fueron conociendo en una expo del dulce en la Unión Americana.
Ahí dieron con unas máquinas despachadoras que hacen posible la disposición a granel del producto sin que el cliente tenga contacto directo con lo que se despacha. Es decir: no se contamina el producto.
Luego de dar con los despachadores de producto, lo que siguió fue conocer cómo dispondrían de los topins y cómo despacharían las salsas.
Tan solo de salsas hay 12 variedades distintas en combinaciones que le dan un sello único a la experiencia de combinar munchis con topins y luego con salsas. Las hay de todos sabores, de todos chiles y de picores graduados: desde los aptos para norteamericanos, que en realidad es como agua sola, hasta los aptos para los machos muy machos.
Para evitar que suceda lo que hoy regularmente pasa cuando una persona agrega salsa a un producto de antojo, digamos las palomitas, que las de la parte superior del vaso quedan perfectamente bañadas de salsa y a las de abajo ni les llega el aroma, los muchachos agregaron una innovación más: se sella el vaso.
Pasa el envase con producto a una máquina de manufactura china por cierto que sella la boca del vaso y permite dos cosas: que el producto no se salga del vaso hasta que vaya a ser consumido, y que la mezcla de productos con aderezos picosos pueda ser revuelta a satisfacción del consumidor consiguiendo un bañado perfecto de los productos.
Para las personas que saben comer y que prefieren la ingesta de frutas o de verduras, el Munchies bar les tiene reservadas combinaciones extremas y sobre todo saludables.
Luego del concepto y de conseguir las maquinarias necesarias para hacer posible el bar, procedieron a diseñar un personaje que, sin ser grotesco diera de la idea de ser un consumidor medio compulsivo de golosinas picositas.
El personaje que nació es Munchies y pudiera no desentonar en una película de Monsters Inc. Se trata de un monstruo sonriente que se aprecia feliz de poder correr la experiencia de un bar de munchis.
A ese personaje se le dará animación y tendrá voz propia en otra etapa del proyecto.
Hoy este concepto nacido en México del cual para la especificidad de antojos, dulces y frutas y verduras es único en el mundo y está presente en Lindavista, en Parque Tezontle, en Delta, Lerma y en Samara, todo en el Valle de México y esperan poder seguir creciendo en el Valle de México para extender la franquicia para los estados del país.
Ya trabajan en la estandarización de procesos y la creación de manuales para que MUCHIES BAR pueda ser franquiciado.
Este concepto aparentemente sencillo ha logrado que golosinas que son dispuestas en bolsas por los productores, como por ejemplo el caso de Takis de Barcel o los famosos Pelones puedan ser trasladados al consumo a granel.
Para quienes deseen entrar en contacto con esta alternativa de negocio al correo contacto@servidulce.com
Fuente: http://www.universopyme.com.mx
Crédito: Eduardo Torreblanca Jacques
SitioWeb: http://www.servidulce.com/
Giro: Dulces
Ubicación: Cd de México
Contacto: http://www.munchiesbar.com/contacto.html
Dieron en el clavo, suele decirse.
Ambos muchachos optaron en 2008 por tener una distribuidora de dulces. SERVIDULCE nace propiamente en 2008 y hoy es un concepto que desplaza más de 500 dulces distintos a nivel nacional. Es un gran distribuidor mayorista de dulces.
Pero los creadores de este negocio no estaban satisfechos y querían tener la experiencia concreta con consumidor final y luego de un año del piénsale, piénsale nace el concepto de Munchies Bar, una experiencia única en el terreno del dulce o del antojo.
Mucho tuvo que ver la experiencia que en México ha hecho posible la presencia del yogurt personalizado. Llega usted a uno de esos negocios me sigue pareciendo claramente que el mejor es sín lugar a dudas MOYO-, escoge cuánto yogurt se sirve o bien le sirven determinada cantidad de producto y luego entra el consumidor a poner lo necesario para personalizar su consumo. Le agrega los topins necesarios a partir de su deseo en ese momento.
Y de una alternativa de frutas agrega lo que quiera y de una alternativa de cereales también. Resultado: casi no hay dos productos similares. Hechos a la medida del antojo del cliente.
De hecho a los hermanos Cherem este colaborador de El Financiero tuvo la oportunidad de conocerlos cuando estaban platicando con Frederick Mousali, creador del concepto de Moyo. Fueron a visitar al mago del yogurt para que les platicara detalles de su éxito.
Pues una vez que tuvieron la idea el reto más importante fue ubicar los despachadores necesarios para hacer posible la experiencia, dispositivos que fueron conociendo en una expo del dulce en la Unión Americana.
Ahí dieron con unas máquinas despachadoras que hacen posible la disposición a granel del producto sin que el cliente tenga contacto directo con lo que se despacha. Es decir: no se contamina el producto.
Luego de dar con los despachadores de producto, lo que siguió fue conocer cómo dispondrían de los topins y cómo despacharían las salsas.
Tan solo de salsas hay 12 variedades distintas en combinaciones que le dan un sello único a la experiencia de combinar munchis con topins y luego con salsas. Las hay de todos sabores, de todos chiles y de picores graduados: desde los aptos para norteamericanos, que en realidad es como agua sola, hasta los aptos para los machos muy machos.
Para evitar que suceda lo que hoy regularmente pasa cuando una persona agrega salsa a un producto de antojo, digamos las palomitas, que las de la parte superior del vaso quedan perfectamente bañadas de salsa y a las de abajo ni les llega el aroma, los muchachos agregaron una innovación más: se sella el vaso.
Pasa el envase con producto a una máquina de manufactura china por cierto que sella la boca del vaso y permite dos cosas: que el producto no se salga del vaso hasta que vaya a ser consumido, y que la mezcla de productos con aderezos picosos pueda ser revuelta a satisfacción del consumidor consiguiendo un bañado perfecto de los productos.
Para las personas que saben comer y que prefieren la ingesta de frutas o de verduras, el Munchies bar les tiene reservadas combinaciones extremas y sobre todo saludables.
Luego del concepto y de conseguir las maquinarias necesarias para hacer posible el bar, procedieron a diseñar un personaje que, sin ser grotesco diera de la idea de ser un consumidor medio compulsivo de golosinas picositas.
El personaje que nació es Munchies y pudiera no desentonar en una película de Monsters Inc. Se trata de un monstruo sonriente que se aprecia feliz de poder correr la experiencia de un bar de munchis.
A ese personaje se le dará animación y tendrá voz propia en otra etapa del proyecto.
Hoy este concepto nacido en México del cual para la especificidad de antojos, dulces y frutas y verduras es único en el mundo y está presente en Lindavista, en Parque Tezontle, en Delta, Lerma y en Samara, todo en el Valle de México y esperan poder seguir creciendo en el Valle de México para extender la franquicia para los estados del país.
Ya trabajan en la estandarización de procesos y la creación de manuales para que MUCHIES BAR pueda ser franquiciado.
Este concepto aparentemente sencillo ha logrado que golosinas que son dispuestas en bolsas por los productores, como por ejemplo el caso de Takis de Barcel o los famosos Pelones puedan ser trasladados al consumo a granel.
Para quienes deseen entrar en contacto con esta alternativa de negocio al correo contacto@servidulce.com
Fuente: http://www.universopyme.com.mx
Crédito: Eduardo Torreblanca Jacques
SitioWeb: http://www.servidulce.com/
Giro: Dulces
Ubicación: Cd de México
Contacto: http://www.munchiesbar.com/contacto.html
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