Dos emprendedores eligieron una bebida novedosa en México, el sake, como protagonista de su restaurante
Sus orígenes datan del año 3 a.C. Y no fue sino hasta la II Guerra Mundial que se le agregó alcohol para añadir volumen a su producción. Mientras que a México llegó a finales de la década de 1980. Hoy, el sake ha ganado popularidad gracias al boom de la gastronomía japonesa en el país.
Pero para dos jóvenes, José Luis Bezaury y Antonio Vilches, esta bebida era algo más que un complemento de los alimentos y apostaron por emprender un negocio donde fuera la protagonista. Así nació La Sakería, un restaurante bar que tiene hasta 20 variedades de sake y que, a diferencia de otros establecimientos, ofrece como complemento platillos japoneses y de creación propia (como los “toritos”, la especialidad de la casa).
Pepe y Toño, como los llaman sus amigos, forman parte de Archipiélago Corp., un grupo que opera con éxito siete negocios más dentro de la industria. Todos ellos se distinguen por ser conceptos únicos que, a la larga, se convierten en negocios rentables.“Nuestra fortaleza es la conceptualización”, asegura Pepe.
Y eso se demuestra en La Sakería: crearon un ambiente relajado que mezcla lo antiguo y tradicional con lo contemporáneo y urbano, con texturas orgánicas en madera, música ecléctica y diseño, en un local de La Condesa, en el DF. Cuidaron vender no sólo la bebida, sino la experiencia completa del sake, dice María Eugenia del Cueto, profesora de alimentos y bebidas del Centro de Estudios Superiores de San Ángel (Cessa).
También resalta la capacidad del bar –70 comensales– y el nombre homónimo del lugar. Los emprendedores aseguran que ambos detalles son estratégicos. “Queremos que no sea masivo sino limitarnos sólo al nicho que le gusta el sake. Si no, el producto pierde exclusividad”, explica Toño.
Pero para iniciarse en un negocio de este tipo hay que invertir la fórmula del modelo empresarial tradicional, aseguran los jóvenes. Para ello, primero debes pensar en lo que quieres proponer y luego ver si existe el mercado. “La Sakería surgió porque nosotros buscábamos un lugar así para divertirnos y tomar sake. Y apostamos a que había más personas en busca de algo distinto. Si el nicho no existía, nosotros lo íbamos a crear”, afirma Toño.
Retos a la vista
Del Cueto asegura que quienes decidan entrar en el nicho del nicho deben volverse una autoridad en la materia. Los emprendedores coinciden y, por eso, se han capacitado con viajes, libros y cursos para convertirse enembajadores del sake en México.
Asimismo, entrenan a su personal para que puedan vender el producto y hacer sugerencias a sus clientes potenciales. “Algunos lo conocen, otros nunca lo han probado pero se animan, y unos menos prefieren otras bebidas, que también ofrecemos”, comenta Pepe. “El 60% de los ingresos proviene del sake. El resto se genera de la comida y las demás bebidas”.
La profesora del Cessa refiere que otro de los desafíos es que el cliente tiende a aburrirse muy rápido, por lo que la innovación debe estar presente dentro de su mismo producto, ofreciendo cosas diferentes. En el caso de La Sakería, para mantener el interés de sus comensales, la estrategia es introducir un sake, platillos y coctelería nuevos al menos una vez cada tres meses.
Aun con la planeación, la innovación y la atención a los detalles, Pepe y Toño aseguran que emprender en el nicho del nicho requiere de mucha paciencia. Y es que el mercado es reducido y también lo son las ganancias, sobre todo, cuando no estás consolidado –aunque tus consumidores están dispuestos a pagar un precio alto por el producto o servicio que ofreces–.
“Un negocio así no va a ser una mina de oro de la noche a la mañana. Por tanto, es prioridad que te apasione y que te enfoques no en el dinero sino en ofrecer algo nuevo y crear una moda”, sentencia Toño.
Crédito: Ilse Maubert y Lorena Ruíz
SitioWeb: https://twitter.com/LaSakeria
Giro: Restaurante, Alimentos
Ubicación: Cd. de México
Contacto: sakeria@archipielagocorp.com
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