Un padre de familia tenía que ganar dinero para pagar la Universidad de sus hijas; la cosa ha ido muy bien y ya distribuye en todo el estado de Hidalgo
Don Jaime Romero tiene 58 años de edad y hace ocho dejó su negocio de compraventa de maquinaria agrícolaen su natal Tlahulilpan, en Hidalgo, y empezó a experimentar con la elaboración y venta de dulces artesanales, que actualmente distribuye principalmente en la zona de Hidalgo, de donde es originario.
Como ocurre en muchos negocios, don Jaime llegó a esta ocupación de manera fortuita. Un primo, a quien le diagnosticaron diabetes, llegó a su casa para permanecer unos meses mientras se recuperaba y durante ese tiempo -para entretenerse- le enseñó a don Jaime a preparar frutas cristalizadas.
"El abuelo de mi primo hermano se dedicó toda su vida a fabricar dulces, duraron como 50 o 60 años fabricándolos; luego su abuelo falleció y ellos se dedicaron un tiempo al negocio, pero lo dejaron...
"Por cuestiones de su enfermedad mi primo llegó con nosotros, estuvo como un mes de visita porque no se podía ir enfermo... Un día me dijo ´vamos a hacer un poco de dulce de prueba, a ver si todavía de acuerdo´ y fue así como comenzamos", rememora don Jaime.
Empezaron con piñas, pero luego siguieron con acitrón,camote, chilacayote, naranja, limón con coco, higo, tuna, pera y manzana. Poco a poco el negocio creció.
También embasan grapiñado, pepitas de azúcar, y ´chocopiedra´ que es un chocolate que viene de China. Bajo la marca Dul-ché, tienen en total 18 productos, como garbanzo, haba, pistache, nuez y gomitas. En total distribuyen 18 productos.
En cuanto a la marca, Dul-ché, fue su hija -que es diseñadora gráfica- la que tuvo la idea e hizo el diseño del logotipo y el slogan que es "arte para degustar". Don Jaime sólo trabaja con su esposa -que es enfermera-.
En promedio venden entre 30 y 40 mil pesos al mes. Don Jaime estima una inversión de 40% en materia prima.
Actualmente le vende a pequeños negocios, supermercados en Tulancingo; el Centro Comercial Cruz Azul, entre otros.
Don Jaime dice que el negocio puede crecer más, y aunque no tienen competencia en las frutas cristalizadas ve lejana la idea de crecer y menos exportar. Sin embargo le gusta saber que sus productos son reconocidos y que gustan a la gente.
Como ocurre en muchos negocios, don Jaime llegó a esta ocupación de manera fortuita. Un primo, a quien le diagnosticaron diabetes, llegó a su casa para permanecer unos meses mientras se recuperaba y durante ese tiempo -para entretenerse- le enseñó a don Jaime a preparar frutas cristalizadas.
"El abuelo de mi primo hermano se dedicó toda su vida a fabricar dulces, duraron como 50 o 60 años fabricándolos; luego su abuelo falleció y ellos se dedicaron un tiempo al negocio, pero lo dejaron...
"Por cuestiones de su enfermedad mi primo llegó con nosotros, estuvo como un mes de visita porque no se podía ir enfermo... Un día me dijo ´vamos a hacer un poco de dulce de prueba, a ver si todavía de acuerdo´ y fue así como comenzamos", rememora don Jaime.
Empezaron con piñas, pero luego siguieron con acitrón,camote, chilacayote, naranja, limón con coco, higo, tuna, pera y manzana. Poco a poco el negocio creció.
También embasan grapiñado, pepitas de azúcar, y ´chocopiedra´ que es un chocolate que viene de China. Bajo la marca Dul-ché, tienen en total 18 productos, como garbanzo, haba, pistache, nuez y gomitas. En total distribuyen 18 productos.
En cuanto a la marca, Dul-ché, fue su hija -que es diseñadora gráfica- la que tuvo la idea e hizo el diseño del logotipo y el slogan que es "arte para degustar". Don Jaime sólo trabaja con su esposa -que es enfermera-.
En promedio venden entre 30 y 40 mil pesos al mes. Don Jaime estima una inversión de 40% en materia prima.
Actualmente le vende a pequeños negocios, supermercados en Tulancingo; el Centro Comercial Cruz Azul, entre otros.
Don Jaime dice que el negocio puede crecer más, y aunque no tienen competencia en las frutas cristalizadas ve lejana la idea de crecer y menos exportar. Sin embargo le gusta saber que sus productos son reconocidos y que gustan a la gente.
Crédito: Ana María Rosas / ELUNIVERSAL.com.mx
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Empresa: Dul-ché
Giro: Dulces y golosinas
Ubicación: Pachuca, Hidalgo
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