11 de junio del 2011
En la búsqueda de una mejor calidad de sus platillos y obtener más ganancias, Adalberto Díaz decidió certificar el restaurante La Poblanita de Tacubaya, del cual es encargado, con los distintivos Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Moderniza y la certificación japonesa Pyme- JICA.
“Los certificados y distintivos sirven para tener un mayor control interno, porque tenerlos no sólo es cuestión de calidad en alimentos, también tienen que ver con la administración del negocio”, dijo.
La Poblanita de Tacubaya -un negocio familiar- abrió sus puertas hace casi 64 años, en 1947, y desde sus inicios se caracterizó por ofrecer comida mexicana tradicional. Tienen el reconocimiento del Mejor Chile en Nogada del Mundo y han participado en la Feria del Taco, de la Torta y el año pasado en la de la Enchilada, fue parte del Record Guiness de la Enchilada más Grande del Mundo.
En la búsqueda de una mejor calidad de sus platillos y obtener más ganancias, Adalberto Díaz decidió certificar el restaurante La Poblanita de Tacubaya, del cual es encargado, con los distintivos Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Moderniza y la certificación japonesa Pyme- JICA.
“Los certificados y distintivos sirven para tener un mayor control interno, porque tenerlos no sólo es cuestión de calidad en alimentos, también tienen que ver con la administración del negocio”, dijo.
La Poblanita de Tacubaya -un negocio familiar- abrió sus puertas hace casi 64 años, en 1947, y desde sus inicios se caracterizó por ofrecer comida mexicana tradicional. Tienen el reconocimiento del Mejor Chile en Nogada del Mundo y han participado en la Feria del Taco, de la Torta y el año pasado en la de la Enchilada, fue parte del Record Guiness de la Enchilada más Grande del Mundo.
“Por medio de la Canirac se seleccionan a restaurantes para participar en ferias e ir a otros países; nosotros hemos ido a París, Alemania e India representando la comida mexicana”, comentó Adalberto.
Afiliado a la Canirac desde hace 10 años, el restaurante ha certificado sus dos sucursales; sin embargo, no ha sido sencillo mantener tres certificaciones, debido a las exigencias necesarias para mantener cada una.
“Conseguir las certificaciones exige mucha dedicación, una cosa es obtenerlas y otra mantenerlas, ninguna ha sido fácil. Se debe seguir un proceso muy meticuloso, es un trabajo diario y si falla algo todo se arruina”, explicó.
Para obtener cada distintivo fue necesario que sus 50 empleados, de las dos sucursales Tacubaya y Patriotismo, se capacitarán durante tres meses, de esta forma obtuvieron sus tres certificados en el primer intento .
El encargado recomienda a los restaurantes que quieran certificarse: establecer las bases necesarias en la operación de los negocios y estandarizar las tareas para que en el momento de tomar el curso previo a la certificación todo sea más sencillo y se dediquen a perfeccionar sus procesos.
“El beneficio inicial es tener un mejor servicio, más calidad y una mayor ganancia; sin embargo, no sólo se obtiene un certificado para el negocio; es un certificado que da una satisfacción personal muy grande por el trabajo de meses de preparación, eso nadie lo quita”, concluyó Adalberto.
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