2 de marzo del 2011
La inversión en franquicias en una época de crisis sin duda representa una importante disminución en los porcentajes de riesgo al abrir un nuevo negocio. El replicar modelos exitosos y reconocidos puede ayudar a un emprendedor a consolidar un negocio con posibilidades de crecimiento.
Bajo esta premisa, José María González Muñoz y José Luis López decidieron apostar a un negocio de este tipo en la ciudad de México y se decidieron por La Tradición de la Parroquia, una empresa probada y con dos siglos de legado cafetalero en Veracruz.
José María recuerda que pese a que esta franquicia ya había comprobado su aceptación y tuvo el apoyo de una consultoría, se enfrentó a un sin número de retos para lograr abrir la sucursal, el primero, encontrar un local adecuado.
"Tardamos como un año para abrir, vimos como 15 locales comerciales antes de lograr cumplir todas las especificaciones que nos exigía el franquiciatario. Luego tuvimos que hacer las remodelaciones pertinentes, que también nos llevó más tiempo del esperado", comenta.
Además tuvo que enfrentarse a los engorrosos permisos que exigen las autoridades y a adentrarse a un mundo para el algo desconocido, el manejo del personal de la construcción y a encontrar la forma de convencer a la dueña de la franquicia a que le permitiera hacer unas pequeñas adecuaciones al mobiliario, piso del local y a la presentación del menú para hacerla más agradable a la vista.
Respeto a las costumbres
La Tradición de la Parroquia, ubicado ahora frente a los arcos del puerto y a unos pasos del centro de Veracruz tiene su origen en el año de 1808. El lugar fue fundado por la familia Capdeville, quien se ocupó durante el siglo XIX y después cambió de manos en varias ocasiones, hasta que en 1926 lo adquirió la familia Fernández, sus actuales dueños
La Tradición de La Parroquia, ubicada ahora en lo que fueron las instalaciones de Grupo Núcleo Radio Mil, en las inmediaciones de San Ángel, sobre Avenida de los Insurgentes ofrece al público los mismos platillos y tradición que existe en el puerto.
González Muñoz asegura que aquí se encuentran los platillos de toda la vida: el café lechero, la bomba con frijoles o con natas, los huevos tirados y el platillo volador, entre otros, los cuales son servidos a la antigua usanza, llamando al mesero con el tintinear de la cuchara contra el vaso.
Esta tradición se remonta a la época en que los tranvías, cuando los choferes que pasaban enfrente al local, hacían sonar sus campanas para que hasta allá les llevaran su café de la mañana.
La franquicia en México reproduce las instalaciones del café de Veracruz, además, todo el personal tuvo una capacitación de casi un mes en el Puerto, relata el entrevistado, sin embargo reconoce que se ha enfrentado a clientes "muy especiales" que siempre encontrarán un "pero" en la forma.
Apoyo de un experto
Para sortear este tipo de problemas, González Muñoz recomienda tener una gente de confianza y con plena experiencia en el manejo de restaurantes como Ricardo Mancera, su gerente de operaciones, quien tiene más de una década de experiencia en el manejo de establecimientos de comida.
El experto asegura que lo primero que debe lograrse en este tipo de negocios es lograr disminuir la merma. "Ahí es donde se te pueden ir las ganancias", advierte.
Además, indica que se debe ser muy paciente y tener empatía con los visitantes. Ser cuidadoso con los tiempos de respuesta.
"Nos ha pasado que pese a no tener publicidad hemos tenido hasta 135 personas esperando. Si hay mucha gente, se le debe decir al cliente que una vez sentado tendrá un determinado tiempo de espera en recibir sus alimentos, si el cliente acepta, todos quedamos contentos y nos evitamos reclamaciones", explica.
José María González reconoce que pese a haber una proyección en el tiempo de recuperar la inversión por parte de los franquiciatarios, este tiempo puede ser engañosos, por lo que recomienda procurar llevar una excelente administración y tener un colchón para gastos imprevistos.
A los nuevos emprendedores les sugiere no desesperarse, echarle ganas, conocer perfectamente el rubro al que se quiere iniciar y ser perseverantes.
La tradición de la Parroquia pretende ser punta de lanza para que la franquicia se expanda en territorio nacional. En la ciudad de México abra sus puertas de siete de la mañana a media noche los 365 días del año.
Desde su apertura, a la fecha lo han visitado más de 20,000 personas, que tienen un consumo promedio de 100 pesos por visita. En fines de semana llegan a atender hasta 900 clientes al día.
Frase:
"Hay que ser pacientes, tener confianza y una persona experta en el manejo del negocio, de lo contrario tendrán el negocio fuera de control y en caos":
José María González, dueño de La Tradición de la Parroquia.
Fuente: http://elempresario.mx/casos-exito/tradicion-que-se-hace-costumbre-distrito-federal
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