Después de 30 años, Lavandería Las Artes no sólo mantiene a sus clientes, sino que cada día suma más. Constancia y un servicio de calidad. “Ésos son los principales ingredientes de una lavandería exitosa”, explica Fernando Jaime Priego, socio de la Lavandería Las Artes, ubicada desde hace 30 años a unas cuadras del Ángel de la Independencia en la Ciudad de México. Esta empresa familiar posee además una tintorería en un local contiguo y una sucursal localizada en la colonia Condesa.
Para Fernando, el secreto para mantener cautivos a los consumidores durante tres décadas se debe a la atención personalizada que les brinda. Además de administrar y supervisar la operación de los tres negocios, realizar las compras, surtir los locales y tratar con los proveedores, Jaime Priego se da tiempo para atender, al menos, a cinco usuarios al día. “Conozco los nombres de cerca de 300 de nuestros clientes”, y asegura que el trato del dueño le da más confianza a la gente, porque saben que siempre les va a resolver cualquier necesidad que se les presente.
El emprendedor detalla que un 40% de sus clientes son fijos pero, ya que está ubicado en una zona hotelera, el 60% restante se compone de huéspedes que acuden a su lavandería en vez de contratar el servicio del hotel, que es más caro. “Nos rodean siete hoteles de tres y cuatro estrellas que no son sólo para turistas. Son para personas que vienen a trabajar o a hacer negocios y que necesitan que su ropa esté limpia sin gastar mucho dinero”. Ellos representan su mejor segmento gracias a las relaciones públicas con los gerentes y botones de estos establecimientos, que hacen que registre grandes volúmenes de servicios durante todo el año.
Y aunque las ventas son constantes –porque la gente necesita de ropa limpia siempre– aclara que la temporada alta es la época de lluvias, “donde se duplican o triplican los servicios de secado”. Para atender la sobredemanda y la operación diaria, Fernando aconseja la aplicación de estrictos controles que te ayuden desde a separar la ropa y evitar extravíos, hasta a ahorrar en los insumos. “Pero, principalmente, a cumplir con los plazos de entrega”.
Así, otro de los elementos para mantener y captar nuevos clientes, es el tiempo de respuesta. Además de ofrecer el servicio a domicilio, Las Artes maneja pedidos urgentes y exprés que devuelve el mismo día. Ambas opciones son muy solicitadas y aunque las cobra a un 30% más caras del precio normal, Jaime Priego afirma que las personas no dudan en pagar por ellas.
También recomienda conocer los hábitos de los usuarios y adaptarse sus horarios. “Es el plus que le tienes que dar a la gente que cada vez tiene menos tiempo para ir a una lavandería”. Y explica que en este giro los mejores días son los sábados, en los que él ha llegado a registrar hasta 100 tickets gracias a que atiende hasta las 8:00 p.m.
Con más de 10 años de experiencia, un equipo de 11 empleados y más de 5,000 toneladas de ropa lavada, Fernando está en proceso de renovación de su maquinaria y pretende inaugurar otro par de sucursales para continuar con el crecimiento de la empresa.
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