14 de diciembre del 2011
Paulina Vargas aprendió que en el mundo actual, donde los altibajos económicos parecen ser una constante, ya no existe la certidumbre laboral. Tras recibir su liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) –luego de 10 años de trabajo–, decidió que en adelante, la opción para asegurarse cierta estabilidad financiera era iniciar un negocio propio.
“Entendí que puedes creer que tienes un trabajo seguro, pero no es cierto, de un día a otro te puedes quedar sin empleo”, dice la hoy empresaria. Así, lo primero fue definir, junto con su esposo, el giro en el que emprenderían.
Las opciones estaban entre alimentos y bebidas, cuidado personal o algo que estuviera relacionado con la medicina. Su marido tenía varios conocidos y familiares médicos, por lo que esto influyó para tomar una decisión. Finalmente, determinaron que la mejor alternativa era una farmacia.
Al comenzar a hacer una investigación sobre el negocio de las farmacias –particularmente, en la zona de Pachuca, Hidalgo y la periferia de la Ciudad de México– Paulina identificó los retos que debía superar antes de emprender. “Para empezar, en ese ramo se requiere conocer a los proveedores y contar con algunos años operando para obtener créditos y descuentos”, explica.
Y precisamente debido a que no tenía contactos en el ramo farmacéutico, se dio cuenta que iba a ser difícil empezar desde cero, “ya que es un mercado muy cerrado y está manejado por pocas empresas”, asegura la emprendedora. Fue entonces cuando comenzó a considerar a las franquicias como una opción.
Convertirse en franquiciataria de una de las marcas más reconocidas del sector no sólo le abriría las puertas del mercado, sino que le daría un respaldo en el manejo del negocio, le evitaría errores y le permitiría recuperar más rápido la inversión.
De esta manera, el matrimonio inició un segundo proceso de investigación. En esta ocasión, se acercaron a diferentes comercializadoras de franquicias. El objetivo: analizar corridas financieras, montos de inversión y proyecciones de recuperación de varias marcas.
En noviembre de 2009 decidieron que Farmacias del Ahorro representaba la mejor alternativa. Por lo que empezaron con el proceso para obtener el contrato de la franquicia. Y es que la marca hace una investigación detallada antes de aceptar a un inversionista como franquiciatario. “No basta con tener el dinero. Un comité verifica que seas el candidato ideal, cuáles son tus intereses, tu nivel socioeconómico y, sobre todo, por qué quieres invertir con ellos”, señala Vargas.
Fuente: http://www.soyentrepreneur.com/apuesta-por-una-franquicia.html
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario