27 de noviembre del 2011
Héctor Medina tenía un buen puesto como ejecutivo en una institución financiera. Todo marchaba bien en su vida profesional. Aunque siempre tuvo la inquietud de tener su propio negocio, así que empezó a ahorrar y a prepararse para cuando llegara el momento adecuado. “El deporte siempre me ha parecido una actividad importante por su aporte a la sociedad”, afirma.
Finalmente, en 2006 dio los primeros pasos para hacer realidad su proyecto: visitó la Expo-Futbol, armó un plan de negocios y comenzó por abrir una cancha de Futbol 7. Además, el emprendedor contaba con un terreno de casi 6,000m2, cercano a siete escuelas –desde primarias y secundarias, hasta una universidad– y ubicado sobre una transitada vialidad de Metepec, en el Estado de México. “También esta vía conduce hacia varios fraccionamientos de clase media alta y alta”, explica.
Con una inversión de aproximadamente $800,000, Medina no dudó en apostar sus recursos para construir infraestructura de primer nivel y, sobre todo, funcional. Para ello, contrató a un arquitecto que trabajó durante seis meses en el diseñó y ejecución de toda la obra. Entre los elementos que destacan en este proyecto, se encuentra una base para evitar que el terreno se hunda, un sistema de drenes que ayuda a desahogar la cancha en época de lluvia y un sistema de aspersión para aprovechar al máximo el agua para regar el pasto.
Otra lección que le dejó el proceso de construcción y acondicionamiento del terreno fue que se tiene que comprimir el suelo y que hay que dejar una pista alrededor de la cancha para que los jugadores troten y realicen su rutina de calentamiento. “Al principio, pensaba que hacer un campo de futbol sólo consistía en aplanar el terreno”, cuenta el emprendedor entre risas. Y para complementar la labor, contrató los servicios de un agrónomo, quien aportó algunas técnicas para cuidar el pasto con los fertilizantes y nutrientes adecuados.
Después de poco más de un año, Mundo Fútbol abrió sus puertas. Y lo mejor de todo es que Medina no tuvo que renunciar a su trabajo en la institución financiera. “Decidí combinar las dos actividades hasta que el negocio empezara a generar ingresos”. Si bien la escuela tardó seis meses en formar una base de clientes, poco a poco comenzó a despuntar para cerrar el 2008 con utilidades.
En esta primera etapa, el empresario hizo algunos ajustes para dar un mejor servicio a los clientes. Por ejemplo, pensando en las personas que trabajan, abrió horarios nocturnos y, de esta manera, los juegos inician a partir de las 8 de la noche. Para ello, tuvo que reinvertir $100,000 en la iluminación de la cancha; con esta cantidad adquirió seis postes dobles de 400 watts de foco de alto rendimiento.
Todo esto generó una sinergia entre la escuela de fútbol –que da servicio en las tardes a niños y jóvenes– y el torneo de la noche –el cual se ha adaptado mejor a los horarios de personas adultas–. “Así, los papás que llevan a inscribir a sus hijos a los cursos vespertinos, también piden informes sobre la liga nocturna”, cuenta Medina.
Hoy, Mundo Fútbol tiene dos ligas de categoría libre y más de 400 jugadores han pisado su cancha. Por lo tanto, Héctor Medina tomó la decisión de dedicarse al 100% a su negocio y continuar con el proceso de crecimiento.
Fuente: http://www.soyentrepreneur.com/convierte-tu-pasion-en-negocio.html
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