Casi todas las niñas del mundo juegan con muñecas durante su infancia, pero muy pocas pueden hacer de eso su modo de vida durante la adultez.
A Cristina Dorsett le fascinaba jugar a las muñecas cuando era niña. Por eso, cuando decidió meterse en el mundo de los negocios, no dudó en cuanto al rubro: invirtió sus ahorros en una máquina de coser y en unos retazos de tela que eligió ella personalmente, y con la experiencia de la niña que aún llevaba dentro, se dedicó a confeccionar sus primeras muñecas.
Cristina había trabajado anteriormente como vendedora, por lo que ella misma salió a comercializar su nuevo producto, encontrando algunos clientes rápidamente. Durante unos meses, la propia emprendedora era la encargada de la creación, producción, venta y distribución de sus productos. Lo que se dice, una verdadera Pyme.
El primer gran salto lo dio cuando JC Pennet le encargó la primera partida de muñecas. Por primera vez, se topaba con un cliente muy grande y tuvo que empezar a buscar ayuda. Desde ese momento, se propuso como clave para su negocio mantener la calidad artesanal de sus muñecas.
Luego llegó la creación que le permitió elevar sus ventas y además realizar un sueño personal. Fue el lanzamiento de la muñeca Frida Kahlo, en homenaje a la gran pintora mexicana, que tuvo excelente aceptación en el mercado.
Hoy, Muñecas Eny cuenta con 50 trabajadores para la confección manual de las muñecas y dada la gran aceptación del producto, Cristina ya está exportando desde México a Estados Unidos, El Salvador y Argentina.
Fuente: El Universal
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