Ánima Estudios es la compañía de animación más importante de América Latina. La fórmula de sus fundadores: pensar desde el inicio en los mercados externos. | |
La historia de éxito de Ánima Estudios tiene varias claves. En primer lugar que la empresa, desde su inicio, no se enfocó en una sola producción, sino que se pensó como un proyecto a largo plazo. Desde el mismo momento en que empezaron a trabajar en su primera película, los emprendedores pensaron en otras fuentes de ingresos y en la forma de crecer tanto en México como a nivel internacional. La propuesta de El Chavo surgió en 2004, cuando Roberto Gómez Bolaños los buscó para que realizaran la serie animada para televisión de su popular personaje. Las negociaciones con “Chespirito” y Televisa duraron dos años. Este programa no era la primera incursión de la empresa en la pantalla chica, pero constituyó un pilar fundamental para entrar a este mercado, porque les dio reconocimiento y acceso a nuevos contratos. Otro punto medular del crecimiento de Ánima Estudios lo constituyen las alianzas que ha logrado con diferentes estudios internacionales. Es que, consciente de ser una empresa joven, ha buscado unir esfuerzos para obtener mejores productos. Fernando considera que para conseguir estos resultados ha sido fundamental la constante capacitación de todo su equipo. Hoy la empresa emplea a 85 personas entre creativos, animadores digitales y técnicos. “Cada vez hay más competencia en la industria, lo que siempre nos obliga a ser mejores”, asegura el emprendedor. “No somos conformistas y no nos dormimos en nuestros laureles”. LA FÓRMULA GANADORA Luis Felipe Ramírez, director de la carrera de Animación y Arte Digital del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, explica las razones por las que los fundadores de Ánima Estudios construyeron una empresa emblemática de la industria del cine mexicano. Fundaron una compañía con visión. Desde el inicio, la firma se pensó a largo plazo. Esto significa conocer bien el mercado, al cliente y desarrollar estrategias de crecimiento. No le temen al fracaso. Los emprendedores saben que un producto de calidad se construye con innovación. Y no tienen miedo a experimentar con nuevas ideas y técnicas. Apuestan al exterior. No se ponen límites, les gusta explorar nuevos territorios e ir a donde están los clientes potenciales. No importa si se encuentran fuera del país. Fomentan el talento. Saben que necesitan estar a la vanguardia y por eso ofrecen capacitación continua a sus empleados, para gen-rar mejores historias y productos. Dan valor agregado. Marcan la diferencia al ofrecer ideas novedosas y universales que, apoyadas en el doblaje, pueden competir en México y el resto del mundo. Son estrategas. Cada uno de sus trabajos tiene una planeación profunda. Por eso, antes de lanzarse a un nuevo proyecto realizan un serio trabajo de investigación y análisis. | |
Fuente: www.SoyEntrepreneur.com |
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