Karen, Daniela y Stephanie Caravajalino tenían menos de 10 años cuando abrieron su propia empresa. Hoy son ejemplo de emprendimiento exitoso.
Karen, Daniela y Stephanie Caravajalino son chicas colombianas normales que van a la escuela y enfrentan las mismas cuestiones que jóvenes de entre 19 y 21 años. Sin embargo, tienen una amplia experiencia como mujeres de negocios y conferencistas que pueden ayudar a los padres a entender cómo relacionarse con sus hijos para despertar su potencial.
Tenían apenas seis, siete y ocho años cuando lanzaron su primera empresa de venta de chocolates llamada Chococar y pronto empezaron a ofrecer sus productos de puerta en puerta con sus vecinos.
“La idea de nuestra empresa de chocolates no era ganar por ganar, era empezar a desarrollar nuestros roles de empresarias. Yo era la gerente general, una de mis hermanas era la gerente de ventas y la otra era ejecutiva de ventas. La idea era que todas teníamos una función en la producción y la venta de los chocolates”, nos platica Karen.
Aunque parezca increíble, las jóvenes contrataron a su primer empleado tres años después gracias a la gran demanda de sus productos y pronto se extendieron en dos ciudades de Colombia. Sus chocolates empezaron a ganar cierto reconocimiento a través de ferias internacionales.
Su historia alcanzó mayor notoriedad cuando en 2003 -penas tenían siete, ocho y nueve años- fueron invitadas a dar una conferencia para una clase de MBA en una universidad privada de su país natal donde hablaron de temas como innovación y emprendimiento.
“Desde ese momento descubrimos nuestra pasión, que es hablar en público para motivar a jóvenes a que haga algo productivo desde temprana edad. Empezamos a ir a diferentes colegios, universidades, empresas, etcétera”, mencionan las hermanas.
Las chicas agradecen el papel que sus padres ejercieron para llevarlas al éxito, ya que consideran que su papá fue el mejor coach que pudieron tener para hablar en público.
En ese tenor, en 2009 publicaron su primer libro llamado “Padres y Coaches” con su propia editorial Dreams Publisher (sólo tenían 13, 14 y 15 años) con el cual buscaban llevar a padres de todo el mundo experiencias propias y de otros jóvenes emprendedores.
La obra habla de técnicas de programación neurolingüística, como la teoría del cerebro triádico, y herramientas que padres pueden implementar en su educación para potencializar las capacidades de sus hijos.
En esa misma época, las hermanas Carvajalino crearon una nueva empresa llamada Quality Line para ofrecer sus conferencias de coaching para empresas privadas y públicas, así como una rama dedicada las exposiciones para escuelas y padres.
No conformes con eso, también establecieron una firma de inversiones llamada “Grupo Carvajalino” con el cual compran bienes raíces y participan del mercado del oro.
“La persona que diga que estar en el mundo del emprendimiento es fácil está mintiendo. Es un camino difícil, pero que trae beneficios. Para mí, haber empezado tan temprano en la vida fue una clave porque desde niñas empezamos a adoptar el emprendimiento como un estilo de vida”, indica Karen.
Remarcaron que empezar desde tan jóvenes evitó que creencias culturales respecto al rol de la mujer en la economía o los límites propios de su edad fueran un obstáculo verdadero para emprender.
Le preguntamos a Karen, Daniela y Stephanie cuáles serían los consejos que le darían a los padres que buscan potencializar las cualidades emprendedoras de sus hijos. Esto fue lo que nos dijeron:
1. Conozcan a sus hijos. Es muy importante conocer cómo piensa su hijo, de qué manera entiende o comprende. Hay que saber detectar qué le apasiona y ayudarle metiéndolo en diferentes clases para detectar lo que realmente les gusta.
2. Saber cómo marcar el subconsciente de los niños. Los padres marcan sin querer el inconsciente de sus hijos. Esta parte de la mente es donde se acumula toda la información que hemos captado desde el momento del nacimiento. El cerebro utiliza esta información para reaccionar a su medio ambiente. Muchas veces los padres dicen o hacen cosas, debido al estrés o la rabia, que causan un profundo impacto. Decir cosas como “Ay, qué tonto eres” y repetirlas constantemente puede hacer que los niños empiecen a creer que en verdad son ineptos.
Hay que marcar el inconsciente de los hijos de manera positiva para que tengan una autoestima alta, un carácter firme y la capacidad de enfrentar los obstáculos en la vida. Recuerda que en la vida de un niño no hay palabra más importante que la de su padre.
3. No piensen que sus hijos son iguales a ustedes. Aunque se parezcan físicamente, tus hijos pueden pensar, entender y sentir de manera diferente. Si tú eres ingeniero no deberías obligar a tu hijo a seguir tu mismo camino. Tu hijo puede tener un tipo de cerebro diferente al tuyo y eso está perfectamente bien.
4. No implementen creencias del siglo pasado. Los padres hoy en día tienen demasiadas creencias que puede que no sean malas, pero que ya no aplican a la realidad actual. Pensar que el dinero es “cosa del diablo” o que una mujer debe quedarse en casa son ideas que chocan con la realidad actual.
5. Empiecen a desarrollar la inteligencia financiera de sus hijos desde temprano. Hacer una noche de Monopolio, enseñarle cómo funcionan las compras y darles un poco de efectivo que administrar, son actividades sencillas que ayudan a que el niño tenga una relación sana con el dinero.
Para conocer más sobre la historia de las hermanas Caravajalino puedes contactarlas en suFacebook, Twitter y por correo electrónico.
Fuente: http://www.soyentrepreneur.com/28698-5-claves-para-ser-padres-y-coaches.html
Crédito: Martha Elena Violante
Sitio Web: http://parentsandcoaches.com/
Giro: Emprendimiento
Ubicación: Cd de México
Contacto: http://parentsandcoaches.com/
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