Con una amplia experiencia dedicada al cultivo de la tuna, la empresa Agroproductores La Flor de Villanueva ha llegado a distintas partes del mundo con dicha fruta.
“Hace más de 25 años mi padre plantó sus huertos y desde entonces la familia empezó el cultivo del nopal y de la fruta, lo que ya es toda una tradición”, indicó Omar Carpio, director de la empresa.
Añadió: “Agroproductores se constituyó formalmente en el 2004 a raíz de la unión de siete socios y a partir de ahí empezó el crecimiento más importante, ya que se buscaron nuevos canales de comercialización, mucho más directos en el país”.
Omar Carpio expuso que la principal dificultad que ha enfrentado su empresa para el crecimiento es la falta de un financiamiento que resulte suficiente.
“Ha sido el principal obstáculo que hemos encontrado; sin embargo, nos acercamos a los organismos gubernamentales y lo hemos obtenido a través de las autoridades”, expuso el dirigente de La Flor de Villanueva.
Puso énfasis en que mediante esa ayuda han podido crecer e incrementar su producción de tuna amarilla, cristalina y roja, así como del nopal, para llevar esta mercancía a cada vez más personas.
“Otra de las dificultades que se tiene en el negocio se debe al ciclo de producción que no es tan largo, pues empieza en abril y terminamos en noviembre, por lo que necesitamos complementar otros productos o buscar las condiciones para producir fuera de temporada”, explicó.
Carpio expuso que en los últimos años la empresa ha mantenido un crecimiento de 30%, debido a que está cambiando la imagen negativa que hace algunos años tenía la gente del producto y que cada día se consume más.
“Había una imagen muy poco positiva de esta fruta, se decía que te causaba problemas en el intestino si consumías demasiada y que la semilla producía males al organismo; sin embargo, eso no era verdad”, destacó.
Expuso que esa información contribuyó a detener el consumo. Esto a cambiado, puesto que ahora ya se conocen y difunden más las bondades del fruto.
“La tuna tiene una gran cantidad de fructuosa y glucosa, es muy dulce y tan benéfica que es consumida por personas que tienen diabetes. Además, cuenta con una gran cantidad de antioxidantes y vitaminas A y C”, enfatizó.
El empresario sostuvo que ese cambio de imagen ha permitido a su empresa llegar a lugares en donde no se había comercializado la tuna, como es el caso de Chile, en Sudamérica.
Agregó: “No sólo exportamos a Sudamérica, sino a Estados Unidos y Canadá, así como a Italia, España, Bélgica, Holanda, Francia y Alemania”.
El agroproductor expuso que la tuna roja es un producto bien aceptado en esos países, ya que a las personas les gusta el sabor dulce y no es fácil de conseguir.
El empresario expuso que el potencial de crecimiento para la comercialización de la tuna es amplio.
“Tenemos contemplado que las empresas que actualmente comercializamos tuna sólo hemos abarcado 10% del mercado mundial: todavía queda 90% por explotar, para dar a conocer esta fruta tradicional de México”, explicó Omar Carpio.
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