27 de agosto del 2011
De los “garbanzos de a libra” entre las Pymes silvestres, las que no han sido incubadas o no son producto de un trabajo de incubación previo destaca de manera especial Gastronómica Molecular.
Una empresa surgida del conocimiento de un investigador de la UNAM, Manuel Soriano quien desde hace décadas estudia la estructura molecular de los alimentos, específicamente la Estructura tridimensional de las proteínas solubles del amaranto.
Una empresa surgida del conocimiento de un investigador de la UNAM, Manuel Soriano quien desde hace décadas estudia la estructura molecular de los alimentos, específicamente la Estructura tridimensional de las proteínas solubles del amaranto.
Por recomendaciones crudas de los campesinos productores del seudocereal, el grado en doctorado en el extranjero, alumno de dos Premio Nobel de Química, ha desarrollado ahora productos tanto para el cuidado de la piel como para la alimentación.
Y en esta segunda vertiente, una bebida extracto del amaranto, ha conseguido toda una “joyita” de la medicina alternativa o de las bondades como auxiliar de la medicina moderna.
Si bien es cierto que el Dr. Soriano conocía el potencial de su bebida que inicialmente tenía un sabor como a agua de horchata sin azúcar (ahora le ha añadido sabores, incluso imita casi perfectamente el sabor de la leche de vaca), nunca imaginó que tantas.
Tan pronto desarrolla la bebida conoce que tiene un valor proteico superior 3.5 veces al de la leche de vaca. Y lo comienza a tomar él al saber que tiene un problema que le implicó en su momento la pérdida de masa osea en su mandíbula inferior.
La que por supuesto logró revertir en un tiempo ligeramente superior a un año.
Logra su primera patente en el 2000 luego de obtener el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología en Alimentos. Hoy prepara la quinta patente.
Y las medallas a este producto, medio hermano de cremas para el cuidado de la cara y del cuerpo, y de barras de amaranto con chocolate propias incluso para los diabéticos, aumentan .
Para quienes están ante procesos de osteoporosis, recomendado especialmente al igual que para quienes tienen problemas de artritis y reumáticos. Pero en el paso del tiempo también pudo constatar que es un producto muy recomendado para quienes tienen intolerancia a la proteína de la leche de vaca.
Incluso una doctora mexicana, ELIZABETH ESTRADA, alergóloga pediatra recién concluyó un protocolo de investigación de 18 meses en los que documenta bajo criterios científicos ante un congreso internacional de gastroenterología celebrado hace días en Italia que la bebida es la solución para niños con intolerancia a la proteína de la leche de vaca.
Entre 300 niños mexicanos se desarrolló el estudio y todos ellos recibieron la bebida de amaranto sin complicación alguna y recibiendo las bondades del producto.
Desde el punto de vista del presupuesto familiar hiper recomendado.
Porque ya circula en suelo mexicano un producto europeo equivalente al extracto del que le escribo pero derivado de una formula química que cuesta 800 pesos con 750 mililitros que se toman directos y que en tres días se agotan.
El litro de bebida de amaranto del Dr. Soriano, cuyo nombre de Alegría se dirime en los escritorios del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial es de 35 pesos pero se recomienda aunque tiene que diluirse en agua por su alto valor proteico que puede ocasionar molestias en el estómago en un principio.
En términos reales un litro de la bebida rinde tres litros.
Pero no solo eso. La academia de ciencias de NY está recomendando el extracto para personas con padecimientos del mal de parkinson. Pero no solo eso, resulta que se ha aplicado a niños con tratamientos de quimioterapia. Y han visto dos efectos positivos en ellos: por un lado los pacientes, particularmente los niños con leucemia, son mas resistentes ante los efectos secundarios de los tratamientos de quimioterapia.
Y por el otro, se ha distinguido que el número de plaquetas aumenta con la ingesta del líquido.
Producto reconocido por médicos del Hospital Metropolitano en Los Angeles, por el Medic Care y la Academia de Ciencias de NY.
Claro que es producto mexicano surgido de la ciencia universitaria mexicana, lo que le otorga automáticamente puntos menos ante el consumidor mexicano. Ya sabe usted que gustamos de lo extranjero y desdeñamos lo nacional.
Fuente: http://www.universopyme.com.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=2864&Itemid=43 Columna escrita originalmente para el periódico "El Financiero"
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