viernes, agosto 26, 2011

Día 238: Biomayab, empresaria en Pro de lo orgánico.

26 de agosto del 20
Hace un año a Milagros Espinosa le detectaron cáncer y los doctores le prohibieron ejercer su profesión como Licenciada en Derecho Corporativo. Su vida cambió y ahora es empresaria.

“Biomayab es una pequeña empresa que se dedica a la producción de miel orgánica desde hace cinco meses y a la elaboración de fertilizantes ecológicos desde hace tres años”, explicó la Directora Adjunta de Biomayab.



En el 2007, la familia Espinosa Faller heredó la Hacienda Santa Ana Cucá, una propiedad abandonada por más de 100 años en Tixpéhual, Yucatán.

Como vieron que los terrenos estaban vírgenes y que las abejas que habitaban ahí producían una miel limpia y de alta calidad, decidieron aprovechar estos recursos.

Fue así como nació Biomayab, una sociedad de producción rural de ingenieros agrónomos, economistas, abogados y campesinos de Yucatán, que tiene una línea de fertilizantes biorgánicos hechos del humus proveniente de la lombriz y productos de miel.

El fin principal de estos productos es evitar el uso de agroquímicos que salinizan el suelo e inhiben la materia orgánica natural.

Los fertilizantes orgánicos de Biomayab recuperan la materia orgánica y los minerales, reequilibran los suelos saturados de sales, retienen la humedad, ahorran agua de riego, reactivan el brote de hojas, flores y frutos, incrementan la producción de clorofila en las plantas y disminuyen el daño de la salinización de agroquímicos.

Hoy, el fertilizante es comercializado con franquicias hoteleras, fraccionamientos residenciales y viveros de la ciudad, y su costo es entre 15 y 20% más económico.

“Los productos orgánicos están tomando mayor relevancia entre el público consumidor y la miel de Yucatán tiene una alta demanda en Europa”, aseguró Milagros.

“Si exportamos nuestra miel natural y le damos un valor agregado al no combinarla con conservadores, colorizantes ni saborizantes artificiales, tendrá un mayor impacto en el consumidor final, si a eso le sumamos que las abejas que la producen viven en óptimas condiciones, nuestro producto será aceptado en el mercado extranjero”
, detalló.

Hoy, Biomayab comercializa su miel K’AAB en los hoteles hacienda de Mérida y al menudeo a las amas de casa y en juguerías”, explicó la emprendedora.

La pequeña empresa produce 2 toneladas de miel mensualmente y ofrece trabajo a 40 familias campesinas de la comunidad yucateca.

Fuente: http://elempresario.mx/casos-exito/biomayab-saborea-mieles-su-propio-exito

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