28 de agosto del 2011
Dos chamacas empresarias, inquietas, simpáticas y entronas tienen ya un negocio exitoso. Se llama IL CAPO y se encuentra en la zona de Topilejo, por la carretera libre que conecta la Ciudad de México con Cuernavaca.
Dos chamacas empresarias, inquietas, simpáticas y entronas tienen ya un negocio exitoso. Se llama IL CAPO y se encuentra en la zona de Topilejo, por la carretera libre que conecta la Ciudad de México con Cuernavaca.
Resulta que luego de 20 años como servidora Pública, Virginia quedó al margen de las voluntades del panismo y probó el desempleo.
Apoyándose de su hermana, Lucía, intentó abrir un negocio que fuera distintivo en una zona en la que muchos capitalinos van a probar las tradicionales "quecas", las quesadillas en la zona de Topilejo.
Ellas ya habían tenido experiencia con la producción de pizzas "de a deveras", pizzas que no son las lamentablemente tradicionales norteamericanas con masas pesadas y abundantes.
LAS pizzas IL CAPO son más bien delgaditas y crujientes, son pizzas artesanales, como las que usted puede encontrar en las mejores pizzerías serias de Nueva York o del propio Italia.
La diferencia no solo está en la cantidad de masa que le atoran a usted en el producto y lo crujiente, sino en la combinación de ingredientes que son una delicia y que acentúan la diferencia.
Quince variedades distintas que no encontrará en otra pizzería de la capital mexicana.
Con el distintivo de tener una pared con las caricaturas de los CAPOS más importantes y buscados en el mundo, IL CAPO ya produce 40 pizzas en los fines de semana, sábado y domingo, que es cuando las empresarias atienden a sus clientes.
Para cuando usted lea este referente las muchachas ya habrán incorporado las Pastas a su menú.
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