30 de agosto del 2011
Un emprendedor debe considerar que siempre habrá momentos de pocos clientes, pero continuar con esos proyectos genera relaciones de negocios a futuro.
Tener la percepción de que el trabajo que desempeñas es poco valorado puede ser causa de la baja productividad o del detonante para emprender una aventura de negocio.
Mariano Ramírez, egresó de la Ingeniería en Sistemas Computacionales del Tecnológico de Monterrey, ejerció por un tiempo su carrera en busca de desarrollo profesional.
Sin embargo, consideró que el beneficio económico no era directamente proporcional al esfuerzo que realizaba y que su trabajo no era reconocido.
“El mercado laboral es muy demandante, necesita de mucha inversión de tiempo y esfuerzo, y al final es poco valorado por las empresas”, expresó Ramírez.
Junto con otros compañeros de la escuela acudió a una incubadora de negocios donde diseñaron el proyecto que hoy se llama Fussion Tecnología e Innovación, dedicada al diseño y comercialización de soluciones en comunicación y tecnologías de la información, del cual es Director General.
“Invertimos nuestros ahorros y enfocamos el esfuerzo que dedicábamos al mercado laboral en beneficio de nuestro propio negocio. Quisimos arriesgar, porque conquistar sin riesgo es triunfar sin gloria” comentó.
Dijo que un emprendedor debe saber que siempre hay momentos difíciles, de pocos clientes y reducidos beneficios económicos, pero que han trabajado conscientes de que “5% de algo es mejor que 100% de nada”.
Concluyó que un trabajo no muy bien remunerado económicamente, pero bien realizado, puede generar una relación de negocios de mayor provecho en el futuro.
La empresa lleva alrededor de tres años constituida y tiene entre sus clientes algunas firmas banqueras internacionales.
Un emprendedor debe considerar que siempre habrá momentos de pocos clientes, pero continuar con esos proyectos genera relaciones de negocios a futuro.
Tener la percepción de que el trabajo que desempeñas es poco valorado puede ser causa de la baja productividad o del detonante para emprender una aventura de negocio.
Mariano Ramírez, egresó de la Ingeniería en Sistemas Computacionales del Tecnológico de Monterrey, ejerció por un tiempo su carrera en busca de desarrollo profesional.
Sin embargo, consideró que el beneficio económico no era directamente proporcional al esfuerzo que realizaba y que su trabajo no era reconocido.
“El mercado laboral es muy demandante, necesita de mucha inversión de tiempo y esfuerzo, y al final es poco valorado por las empresas”, expresó Ramírez.
Junto con otros compañeros de la escuela acudió a una incubadora de negocios donde diseñaron el proyecto que hoy se llama Fussion Tecnología e Innovación, dedicada al diseño y comercialización de soluciones en comunicación y tecnologías de la información, del cual es Director General.
“Invertimos nuestros ahorros y enfocamos el esfuerzo que dedicábamos al mercado laboral en beneficio de nuestro propio negocio. Quisimos arriesgar, porque conquistar sin riesgo es triunfar sin gloria” comentó.
Dijo que un emprendedor debe saber que siempre hay momentos difíciles, de pocos clientes y reducidos beneficios económicos, pero que han trabajado conscientes de que “5% de algo es mejor que 100% de nada”.
Concluyó que un trabajo no muy bien remunerado económicamente, pero bien realizado, puede generar una relación de negocios de mayor provecho en el futuro.
La empresa lleva alrededor de tres años constituida y tiene entre sus clientes algunas firmas banqueras internacionales.
Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario