6 de julio del 2011
Fue necesaria una operación de apéndice para que naciera una microempresa de excepción que ha ganado el galardón a la mejor empresa incubada.
Kaleido Jewels es una empresa que se dedica a la joyería y su proceso es netamente artesanal, en lugar de considerársele como una empresa industrializada.
Las hermanas Pilar y Lourdes Canseco, luego de descubrir que tenían posibilidades de conformar una empresa, decidieron incubarse y egresan de Fundación Pro Empleo con una idea mucho más clara de lo que tenían que hacer para destacar como empresa.
Hoy cuentan con cuatro líneas de productos. Joyería en donde dominan las piedras preciosas, naturales, mexicanas, en donde dominan las maderas, donde hay sólo trabajo artístico con plata, o bien, la línea casual.
Pulseras, dijes, anillos, aretes, collares, muchos collares, bellos collares, sofisticados collares.
A pesar de que es un trabajo artesanal, pues ellas "funden" su plata y la forjan, la pulen, su producción consta de entre 50 y 60 piezas diarias y están ahora en la búsqueda de distribuidores que tengan posiciones en hoteles, en boutiques, o bien, quien venda a amigos, familiares, en oficinas, en despachos, en empresas.
Un trabajo limpio, sencillo pero al mismo tiempo distinguido. En el terreno del dinero las empresarias ofrecen a sus distribuidores entre 40 y 50 por ciento de margen y paquetes que inician en diez mil pesos.
Fue necesaria una operación de apéndice para que naciera una microempresa de excepción que ha ganado el galardón a la mejor empresa incubada.
Kaleido Jewels es una empresa que se dedica a la joyería y su proceso es netamente artesanal, en lugar de considerársele como una empresa industrializada.
Las hermanas Pilar y Lourdes Canseco, luego de descubrir que tenían posibilidades de conformar una empresa, decidieron incubarse y egresan de Fundación Pro Empleo con una idea mucho más clara de lo que tenían que hacer para destacar como empresa.
Hoy cuentan con cuatro líneas de productos. Joyería en donde dominan las piedras preciosas, naturales, mexicanas, en donde dominan las maderas, donde hay sólo trabajo artístico con plata, o bien, la línea casual.
Pulseras, dijes, anillos, aretes, collares, muchos collares, bellos collares, sofisticados collares.
A pesar de que es un trabajo artesanal, pues ellas "funden" su plata y la forjan, la pulen, su producción consta de entre 50 y 60 piezas diarias y están ahora en la búsqueda de distribuidores que tengan posiciones en hoteles, en boutiques, o bien, quien venda a amigos, familiares, en oficinas, en despachos, en empresas.
Un trabajo limpio, sencillo pero al mismo tiempo distinguido. En el terreno del dinero las empresarias ofrecen a sus distribuidores entre 40 y 50 por ciento de margen y paquetes que inician en diez mil pesos.
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